EEUU y el exilio cubano, cautos ante la reforma en permisos de viaje

Los cubanos en el exterior celebraron los cambios, pero advirtieron que podría haber restricciones para conceder pasaportes y para que ellos regresen al país

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"Un pasaporte es algo que se le debe conceder a toda persona libremente", dijo a la AFP Omar López Montenegro, director del departamento de Derechos Humanos de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), quien consideró que, "en principio", el anuncio del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano "es una buena noticia para los cubanos, para que empiecen a tener un poco más de libertad".

El régimen cubano anunció, el martes, que a partir del 14 de enero ya no será necesario el permiso previo de salida, conocido como "Carta Blanca", y otras restricciones vigentes desde hace décadas.

Por el momento, los voceros de organizaciones de exiliados en los Estados Unidos descartan que se produzca una ola migratoria hacia ese país a través de naciones latinoamericanas: "Eso es algo que depende de los sistemas migratorios de otros países, no del Gobierno cubano", dijo el director de FNCA.

Para el presidente del Movimiento Democracia de Miami, Ramón Saúl Sánchez, se trata de "un paso positivo el hecho de que se esté abordando el tema migratorio". "Pero desafortunadamente", consideró, "en la nueva política continúa imponiendo nuevas restricciones al derecho del cubano a salir y entrar libremente de su país".

Tanto para Sánchez como para López Montenegro queda pendiente que se mencionen cambios con respecto "al derecho de los cubanos que viven en el exterior a poder regresar libremente a Cuba".

Por su parte, el Gobierno de los Estados Unidos saludó la medida. "Esto es consistente con la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que todos deberían tener el derecho a salir de cualquier país, inclusive el propio, y/o regresar a su propio país, a entrar y salir", dijo la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

No obstante, recordó que "el Gobierno cubano no ha levantado las medidas actualmente en vigencia para preservar lo que califica de 'capital humano' creado por la Revolución".

La congresista republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, consideró que la reforma emprendida por Raúl Castro no es más que otro engaño. "No es más que un intento desesperado para engañar al mundo haciéndole creer que Cuba está cambiando", señaló en un comunicado.

"Cualquiera que sepa algo sobre la dictadura comunista de Castro de 53 años sabe que Cuba sólo será libre cuando la familia Castro y sus lacayos ya no estén en la escena", agregó.

La legisladora indicó que "lo que el pueblo cubano realmente desea es tener la libertad de reunión, la libertad de expresión sin temor a largas penas de prisión y hostigamiento desenfrenado y la libertad de elegir a sus líderes en elecciones justas y transparentes".

"Me preocupa la discrecionalidad que se percibe en la letra del texto para excluir a cubanos que puedan ser percibidos como 'enemigos' de la nación sin tener 'las manos manchadas de sangre'", dijo el ensayista y periodista Laico Lenier González.

Para el economista opositor y ex preso político Oscar Espinosa Chepe y el editor de la revista católica Espacio Laical, Roberto Veiga, las nuevas políticas están en dirección adecuada.

Aun así, presos o en proceso judicial, deudores del Estado y personas que representen un problema de seguridad nacional no tendrán acceso a los pasaportes. Son "cosas inaceptables, injustas, mecanismos que creo se los van a aplicar a mucha gente para evitar que salgan del país, que puedan irse", dijo Espinosa.