Mujeres en huelga de sexo contra un presidente

Un grupo defensor de los derechos civiles las exhortó a abstenerse de tener relaciones sexuales durante una semana. Exigen la salida de Faure Gnassingbé, gobernante de Togo

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 Reuters 163
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El plan promovido por el ala femenina de la ONG Salvemos Togo pide a las mujeres que se abstengan de tener relaciones sexuales con sus maridos a partir del lunes, según explicó la líder de la organización, Isabelle Ameganvi. Agregó que la huelga pondrá presión sobre los varones para que actúen contra el presidente.

      

Ameganvi, una abogada, dijo a

que su grupo sigue el ejemplo de

que usaron una huelga sexual en 2003 en una campaña por la paz. "Tenemos muchos medios para obligar a los hombres a comprender lo que quieren las mujeres en Togo", afirmó.

La protesta fue anunciada el sábado en una reunión que congregó a varios miles de personas en la capital, Lomé. La demostración fue organizada por una coalición que protesta por las reformas electorales recientes, que según dicen, facilitará la reelección de Gnassingbé en las elecciones de octubre.

El presidente está en el poder desde 2005 tras la muerte de su padre, Gnassingbé Eyadema, quien gobernó Togo durante 38 años. Ni el mandatario ni su esposa han formulado comentarios sobre la huelga de sexo. Hace algunos días, la policía usó gases lacrimógenos para dispersar dos protestas contra el Gobierno y más de cien personas fueron arrestadas (foto principal).



¿Sirve?

En la reunión del sábado, que concluyó pacíficamente, Jean-Pierre Fabre, líder de la Alianza Nacional para el Cambio, partido de oposición, reclamó la renuncia de Gnassingbé. Otros líderes de oposición propusieron la desobediencia civil.

      

Sin embargo, es la huelga de sexo de lo que habla la gente en esta pequeña nación de siete millones de habitantes. "Es bueno que nosotras las mujeres cumplamos con esta protesta mientras nuestros hijos están en la cárcel. Creo que al hacer esto conseguiremos que los pongan en libertad", dijo Abla Tamekloe. "Para mí, es como ayunar y, a menos que uno ayune, no recibirá lo que desea recibir de Dios".

Cuando se le preguntó si su marido accedería, respondió: "Para mí, es muy fácil cumplirlo. No sé si mi marido aceptará, pero tengo que explicárselo".

Otros manifestaron escepticismo. "Para ella es fácil decirlo porque no está casada. No vive con un hombre", observó Ekoue Blame, un periodista. "¿Cree ella que las mujeres que viven con sus maridos podrán cumplirlo? Y además, ¿quién verifica lo que las parejas hacen a puertas cerradas?".