En el Chaco ya no habría desocupados, según las cifras del Indec

Las últimas mediciones marcaron que en el Gran Resistencia el desempleo llegó al 0,4%. En tanto, la subocupación ronda el 0,6%. La capital provincial es una de las más pobres del país

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El gobernador chaqueño Jorge Capitanich presentó ayer las estadísticas sobre empleo relevadas por el Indec, las cuales fueron calificadas como "históricas" porque, por primera vez, el conglomerado Gran Resistencia aparece como el de menor cantidad de desempleados en el país.

Los datos indican también que se ha obtenido una situación virtual de pleno empleo, ya que sólo un 0,4% de la población que procura por una fuente laboral no estaría encontrándola.

"Es el índice más bajo que experimenta este conglomerado en todos los datos comparativos desde 1993 a la fecha, y sobre todo en nuestro período de gestión desde diciembre de 2007 hasta el segundo trimestre de 2012", afirmó el mandatario chaqueño en conferencia de prensa. 

Capitanich diagnosticó que la provincia atraviesa una situación de "crecimiento de la tasa de actividad, crecimiento de las oportunidades laborales y en consecuencia una sostenibilidad desde el punto de vista de las políticas activas para el empleo". Y comparó la situación a nivel nacional: "Cuando en el país la tasa de actividad disminuye, en el Chaco crece".

No es una nueva noticia los buenos niveles de empleo que presenta la provincia norteña. Paradójicamente, Chaco se ubicó mejor en relación a proporción de desempleados luego de las crisis del 2001 y 2002. Ello se debe a algunas cuestiones que oscurecen la realidad del distrito.

En primer lugar, el crecimiento de la ayuda social federal -luego de los estallidos de principio de milenio- permitió registrar a los beneficiarios de los planes como si fueran trabajadores con empleo genuino.

Durante el 2005, el desempleo medido por el Indec fue del 6,2%, mientras que para la Fundación Mediterránea era del orden de 18,1%, cifra que suprime el efecto distorsivo que produce la medición de la ayuda social.

En segundo lugar, el empleo público ha producido un alto impacto en estos indicadores. De la población económicamente activa -aquella que está buscando trabajo y o ya cuenta con una ocupación- de 380.000 personas, más de 50.000 son empleados estables del Estado provincial. A ello hay que agregar alrededor de 20.000 empleados más que son personal de las intendencias, y la plantilla de contratados, becados, y precarizados cuyos salarios tienen origen en el financiamiento público.

Por otra parte, es importante considerar que en este tipo de encuestas el hecho de que se trabaje, al menos, una hora a la semana (como sucede en las actividades cuentapropistas, como las "changas"), las personas que caen en esta condición son tipificadas como como trabajadores ocupados.

Finalmente, otra circunstancia que matiza los datos es que el desempleo sólo se releva sobre la PEA. Es decir, aquellos que han desistido de la búsqueda - como los que se ven desalentados de ello ante la imposibilidad de salir de la pobreza estructural, fenómeno que es de importancia en distritos como Chaco- no son tomados en la tasa de desocupación.