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El holding qatarí QIA negocia en exclusiva con el grupo británico Permira la compra de la firma de lujo, fundada por el diseñador italiano Valentino Garavan. La operación por el total de la marca podría ascender a unos US$ 730 millones.
De concretarse la compra, sería la primera adquisición de una marca de ropa por parte de la familia real de Qatar, donde se sabe que la esposa del emir, Sheika Mozah, ama los vestidos de Valentino. Se espera una decisión antes de finales de mes.
El interés de QIA por el sector del lujo también lo ha llevado a adquirir este año el 1% de LVMH y el 5,2% de Tiffany & Co.
"Valentino es objeto de un interés creciente por parte de compradores potenciales", afirmó en un comunicado Stefano Sassi, director de Valentino Fashion Group.
La venta se produce cinco años después de que el fondo de capital riesgo, con sede en Londres, se hiciese con el grupo Valentino, que incluía la casa de moda italiana de mismo nombre pero también la marca Hugo Boss y la licencia de Missoni.
El grupo español Puig, propietario de la licencia de perfumes de Valentino desde 2010, parecía un firme candidato para hacerse con la marca, que ahora compartirá propietario con los grandes almacenes Harrod's.
El interés de QIA por hacerse con Valentino supone una muestra más del atractivo que supone el mercado del lujo a pesar de la crisis internacional. En la actual coyuntura, donde el consumo medio cae sin freno, las firmas de alta gama ven cómo su facturación aumenta gracias, en gran medida, a los mercados emergentes.
Según el ranking BrandZ 2012 de Millward Brown, el sector fue el que más creció en el último año, impulsado por el consumo chino. La marca de moda Hèrmes trepó 39 lugares, pero no destronó a la francesa Louis Vuitton.
Chanel, Gucci, Prada y Cartier, junto a Moët & Chandon, son otras de las marcas que se posicionan en el mundo de las más valoradas dentro del lujo.