Boko Haram, la secta que quiere imponer un Estado islámico en Nigeria

El grupo que reivindicó los sangrientos atentados contra iglesias católicas el día de Navidad se declara afín a los talibanes afganos y es sospechoso de mantener vínculos con el brazo magrebí de Al Qaeda

Compartir
Compartir articulo

Nacida en 2004, Boko Haram, cuyo nombre significa en lengua hausa "la educación occidental es un pecado", quiere un Estado islámico en el norte del país, con una aplicación estricta de la sharia.

Hasta 2009, su feudo se encontraba en Maiduguri, capital del estado de Borno (noreste), cerca de las fronteras con Camerún, Níger y Chad. En julio de ese año una violenta insurrección de la secta fue reprimida brutalmente por el ejército y los combates causaron unos 800 muertos. El cuartel general del grupo quedó completamente destruido y su jefe de entonces, Mohamed Yusuf, fue liquidado. Actualmente se desconoce dónde está radicado el movimiento.

Tras permanecer en la sombra durante un tiempo, la banda resurgió con ataques mortíferos contra policías, militares, políticos o responsables comunitarios y religiosos opuestos a su ideología extremista. Los locales donde se consume alcohol también están en su punto de mira.

A mediados de 2010, la secta, hasta entonces activa en el norte, amplió su campo de acción. En Abuja, la capital federal, atacó el cuartel general de la policía en junio, causando dos muertos, y la sede de la agencia de las Naciones Unidas en agosto, con un saldo de 18 víctimas mortales.

Nigeria es el país más poblado de África con 160 millones de habitantes, repartidos prácticamente a partes iguales entre el norte, de mayoría musulmana, y el sur, donde predominan los cristianos.

Los contactos de la secta traspasan las fronteras de Nigeria. El 15 de junio el movimiento afirmó en un comunicado que algunos de sus miembros habían recibido una formación militar en Somalia, controlada en parte por los combatientes salafistas shebab, vinculados a Al Qaida.

En sus comienzos, en 2004, Boko Haram estaba compuesta esencialmente por universitarios y personas que rompieron los lazos con su clase social, alta y media. Un grupo de unas 200 personas había montado un campamento cerca de la frontera con Níger, en la localidad de Kanamma, en el estado de Yobe (noreste). Ese lugar les sirvió de base desde donde comenzaron a lanzar ataques contra puestos policiales, a matar uniformados y a robar municiones.

A pesar de la brutal represión del ejército, los combatientes de Boko Haram han intensificado sus ataques.