"Cautelosamente optimista". Así se refirió Aung San Suu Kyi a la apertura democrática que empezó el 30 de marzo del año pasado, cuando la junta militar gobernante le cedió el poder a una administración civil. El pasado abril de 2012 se realizaron las primeras elecciones parlamentarias.
En el discurso que dio durante la ceremonia de entrega del premio, la dirigente política de 66 años reclamó el apoyo de la comunidad internacional al proceso de reformas iniciado en Myanmar.
El Nobel de la Paz se lo habían adjudicado en 1991, pero como estaba arrestada no tuvo la posibilidad de viajar a Oslo, Noruega, para recibirlo. Su marido, que sí había podido salir del país en ese momento, fue quien recibió la medalla, el diploma y los 10 millones de coronas suecas (1.25 millones de dólares) que se le entregan a todos los galardonados.
Antes de asistir a la ceremonia de premiación, Suu Kyi fue recibida por los reyes Harald y Sonia de Noruega, en el Palacio Real.