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Así surge de un minucioso análisis de IERAL de Fundación Mediterránea que, a partir de la comparación de los últimos dos censos de población y vivienda, destaca que en "la última década ha sido testigo de un aumento de 75% de los hogares que alquilan, en detrimento de aquellos que pueden acceder a su propiedad".
La entidad estimó que "considerando el exceso de inquilinos de 2010 versus la base subjetiva de la proporción existente en 2001, los hogares hacinados, las viviendas en que conviven varias familias y los que viven en viviendas de mala calidad en la clase media (deciles 4 a 9 de la distribución del ingreso), se llega a un universo de 1,24 millones de hogares con necesidad de acceso a la vivienda".
La historia económica de la Argentina muestra que la implementación de esta medida tendrá "efectos derrame" que excederán a su objetivo primario e incidirán tanto sobre la actividad como el empleo, debido a la construcción de nuevas viviendas que conlleva el programa.
En un primer análisis, y asumiendo que el programa no provocará parálisis de los existentes y proyectados, los economistas mediterráneos calcularon que se podrían construir en el primer año del Procrear 6,55 millones de metros cuadrados.
El impacto directo sobre el mercado laboral sería la creación neta de 134.588 puestos de trabajo en la construcción, lo cual representa 31,8% del empleo registrado en 2011 y revertiría la destrucción de 19.116 empleos entre octubre de 2011 y marzo de 2012.