Romney entra en una fase agresiva de campaña

El republicano decidió tomar la iniciativa en su carrera hacia la Casa Blanca. El primer indicio fue un discurso en Ohio, donde se adelantó por cinco minutos a uno sobre el mismo tema que daría Obama

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Un espacio de sólo cinco minutos reveló mucho sobre la agresiva nueva fase a la que está entrando el cada vez más confiado candidato presidencial republicano estadounidense, Mitt Romney. El contendor republicano programó un discurso en Ohio sobre la economía para que comenzara minutos antes que una importante alocución de su rival demócrata sobre el mismo tema y en el mismo estado.

El momento escogido para el discurso de Romney fue una señal de un capítulo nuevo y más fuerte en su campaña para las elecciones del 6 de noviembre en la medida en que avanza en los sondeos de intención de voto y en la recaudación de fondos.

Desde Cincinnati, el ex gobernador del estado de Massachusetts acusó a Obama de un discurso vacío de significado. "Las acciones hablan por sí solas. Y si quieren ver los resultados de su política económica, miren en Ohio, miren en el país y verán que un montón de gente lo está pasando mal", comentó Romney.

El político ha subido en sondeos nacionales y en estados que decidirán las elecciones, principalmente ciñéndose al libreto. En las últimas semanas, ha dado discursos de campaña en ambientes industriales y que han versado principalmente sobre la economía.

Rompiendo su hábito de no hablar con los grandes medios de prensa nacionales, Romney se presentará en el programa Face the Nation de la cadena CBS el domingo y probablemente hable a  otras redes de televisión a las que ha evitado en las últimas semanas.

Su nueva estrategia de medios conlleva algunos riesgos porque seguramente se vea forzado a abordar otros temas además de sus trillados argumentos económicos.          Eso plantea la posibilidad de que sea obligado a defender lo que Obama acusó el jueves de ser un plan económico que conduciría a otros 5 billones de dólares en recortes impositivos y la eliminación de algunos programas del Gobierno para pagar por eso.

Frases inoportunas

La nueva estrategia de Romney también eleva el riesgo de que cometa el tipo de error verbal que ha afectado a su campaña en algunas ocasiones. Entre ellos figuran el inoportuno comentario pronunciado en Nuevo Hampshire de "Me gusta ser capaz de despedir gente", o el formulado en el golpeado estado de Michigan de que su esposa, Ann, "de hecho, maneja dos Cadillacs".

"Todo candidato dice cosas indebidas o algo que quisieran borrar o que hubieran dicho en forma más astuta. Las cosas pasan. Eso va en ciclos y ahora mismo, Romney está teniendo una muy buena racha", observó el estratega republicano Dave Carney, quien fue asesor político en la abortada campaña presidencial del gobernador de Texas, Rick Perry.

Los asesores son conscientes del potencial de que Romney se vea desviado de su principal mensaje: que está mejor posicionado que Obama para poner fin al alto desempleo crónico. "Creo que mantener su mensaje es su único desafío", comentó el ex colaborador de Perry, quien habló bajo condición de anonimato. "Cuando recibes preguntas sobre cosas que no son parte de tu mensaje central, no muerdes la carnada. Intentas no cometer errores. Piensas cuidadosamente las cosas que quieres decir y ensayas lo que quieres decir", añadió.

Luciendo más confiado y más relajado de lo que sugiere su acartonada imagen, Romney acusó a Obama en Cincinnati de fracasar a la hora de crear empleos. La campaña de Romney está ansiosa por convertir a las elecciones en un referéndum sobre el manejo de la economía y desestima los intentos del Gobierno por culpar al ex presidente George W. Bush por el profundo déficit fiscal que encontró al llegar a la Casa Blanca en enero del 2009.

"Esto no es sobre campañas o sobre tácticas de campaña. Es sobre el desempeño del presidente y la realidad de la gente que lo está viviendo. Y la gente sabe cómo es su vida", resumió Stuart Stevens, un destacado asesor de Romney.