Un escándalo de corrupción salpica al fútbol brasileño y al Barcelona

En 2008, el ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol recibió US$ 350 mil de parte de la empresa Ailanto Marketing, de Sandro Rosell, presidente del club culé. La firma está acusada por la Justicia de Brasilia de desviar fondos públicos

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Según el diario Folha de Sao Paulo, documentos que están en poder de la Fiscalía de Brasilia confirman el pago por parte de la empresa, que tiene entre sus socios al dirigente culé.

El rotativo agrega que el líder del club español asumió el control de Ailanto Marketing el 2 de julio de 2008 y, en la misma época, realizó dos transferencias financieras en favor del entonces presidente de la CBF, por un valor total de US$ 250 mil.

Las transferencias fueron registradas como préstamos, pero no habían sido devueltas al menos hasta 2010, según las informaciones suministradas por el presidente del Barcelona al fisco ibérico, agregó el reportaje.

Poco tiempo después, la empresa controlada por Rossell fue contratada sin licitación por la gobernación del distrito federal de Brasilia para organizar un amistoso entre Brasil y Portugal, que se celebró en diciembre de 2008, con inversiones públicas US$ 4,5 millones.

En marzo del año siguiente, la otra socia de Ailanto, Vanessa Precht, firmó un contrato de arrendamiento de una hacienda de Teixeira por unos US$ 300 mil.

Los documentos a que tuvo acceso el diario revelan que, entre 2009 y 2010, el ex dirigente de la CBF recibió solamente una suma equivalente a US$ 102.500, correspondiente a la tercera parte de ese monto.

Según Folha de Sao Paulo, el Ministerio Público brasileño sospecha que Ailanto Marketing es una empresa de fachada, que fue creada exclusivamente para lograr acceso a los recursos públicos destinados a la realización del amistoso entre Brasil y Portugal.

El reportaje afirma que la investigación policial sobre el caso "demostró que no hubo informes sobre costos para justificar todos los recursos públicos (recibidos por) Ailanto".

"La policía halló indicios de sobrevaloración de gastos del partido, tales como transporte aéreo y hospedaje. La empresa informó haber gastado 1,2 millones de reales con el avión fletado de la selección portuguesa pero el recibo obtenido por la policía es de 650.000 reales", agregó el texto.

Además, Ailanto está bajo sospecha de desviar US$ 550 mil en gastos no realizados o que han sido cubiertos mediante la venta de entradas para el partido.

El escándalo involucra además al ex gobernador del distrito federal de Brasilia, José Roberto Arruda, quien renunció al cargo en 2010 en medio de graves denuncias de corrupción.

Teixeira, a su vez, dimitió en marzo a la presidencia de la CBF en medio de sospechas de vínculos con el escándalo de pago de sobornos a miembros del comité ejecutivo de la FIFA en la década del 90 por parte de la empresa de marketing deportivo ISL, que quebró en 2001.