El arsenal que explica la magnitud de la violencia en las cárceles de Venezuela

La foto de la izquierda muestra una pared del penal de La Planta, llena de orifcios de bala. A su derecha, el armamento incautado este domingo en ese presidio. Vea las fotos

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Doce fusiles, una subametralladora, 17 escopetas, 79 pistolas, 16 revólveres, 27 artefactos explosivos, una mira telescópica para fusil y 64.450 municiones de diferentes calibres, forman parte del arsenal que las autoridades encontraron dentro del penal capitalino de La Planta, anunció el domingo Iris Varela, ministra de Servicios Penitenciarios. Además, se localizaron 574 teléfonos móviles y 6 kilogramos de diversas drogas.

Varela dijo en conferencia de prensa desde el penal que las armas y municiones fueron localizadas por funcionarios de ese ministerio tras casi dos semanas de exhaustivas inspecciones dentro del centro, que en algunos casos requirió la destrucción de pisos y paredes para encontrar los escondites donde los reclusos mantenían las armas. La ministra explicó que aún falta por requisar 40% del penal, cuya extensión es de unas tres hectáreas, para determinar si hay otras armas y drogas escondidas.

Según la funcionaria, algunas de las armas están a la orden del Ministerio Público y la policía judicial como parte de las investigaciones que están siguiendo las autoridades para determinar a los responsables del ingreso del armamento y municiones, situación que calificó como una "sinvergüenzura" y "vagabundería".

"Las personas que resulten responsables de toda esta situación son unos traidores a la patria, unos mafiosos, y contra ellos no va haber contemplación", manifestó la funcionaria, quien precisó que hasta el momento no hay ningún detenido debido a que todo está en investigación. "Estas armas no han ingresado a los penales en los años que lleva la revolución bolivariana", indicó Varela al asegurar que el armamento habría entrado a las cárceles antes de que el presidente Hugo Chávez llegara al gobierno en 1999.

Al preguntársele si en la mayor parte de las 33 cárceles del país los presos están armados, tal como han denunciado algunas organizaciones de derechos humanos, Varela respondió que "hay una situación difícil, pero no son la mayoría".

Problemas carcelarios

Entre junio y julio del año pasado se presentó en la cárcel central de el Rodeo II un violento motín, que se extendió por 27 días, donde un grupo de presos atacó con armas de fuego a las fuerzas militares que tomaron el control del penal. Allí las autoridades incautaron numerosas armas, droga y dinero en efectivo.

La ministra admitió que en la cárcel de Tocorón, en el estado central de Aragua, "hay una discoteca", y que en otros 15 penales hay hasta piscinas. Al explicar cómo se permitió su instalación, Varela dijo que eso forma parte unas acciones que tomaron anteriores autoridades para "bajar los niveles de violencia" en los centros. "Eso tiene más de 10 años", acotó.

El diario local El Universal denunció a finales del mes pasado que en la cárcel de Tocorón funciona una discoteca de nombre "Tokio", y que el 13 de mayo los presos organizaron un concierto dentro del penal con dos cantantes internacionales y uno nacional, con motivo del Día de las Madres.

Varela anunció que a partir de agosto se iniciará la construcción de ocho nuevas cárceles, con capacidad para entre 250 y 500 presos, que se espera completar para marzo de 2013.

El último grito de la crisis

En La Planta se registró un motín entre abril y mayo, que se prolongó por casi tres semanas. Durante el tumulto, un grupo de presos, algunos de ellos armados, impidió a las fuerzas militares tomar el control del penal. Tras los intensos tiroteos y detonaciones del 17 de mayo, las autoridades lograron retomar el control de la cárcel.

Varela confirmó que durante el motín sólo murió un recluso y cinco personas resultaron lesionadas, de los cuales dos eran guardias nacionales y tres eras presidiarios. En uno de los tiroteos que se registró en días previos a la toma de La Planta, un hombre, que vivía cerca del penal, falleció al ser alcanzado por una bala dentro de su apartamento.

La ministra negó las versiones sobre una fuga masiva de reclusos de la cárcel, y sólo comentó que "la corrupción hizo que se fueran (evadieran) unos ocho".

El proceso de toma del centro carcelario se inició luego de que 1.683 reos accedieron a salir de recinto para ser trasladados, bajo fuerte custodia, a otros penales. La Planta se mantuvo en tensa situación desde el 27 de abril luego de que las autoridades tomaron los alrededores del penal tras frustrar un intento de fuga masiva que planeaba hacer un grupo de internos a través de un túnel que se había cavado desde el interior de la cárcel.

Entre fines de abril e inicios de mayo, las autoridades realizaron varios traslados de reclusos, pero un grupo se resistió a salir de la cárcel alegando que no quería que lo llevaran a otros penales con problemas de hacinamiento y que están distantes de los tribunales de Caracas que llevan sus casos, según han denunciado los familiares.

De acuerdo con la organización Observatorio Venezolano de Prisiones, en La Planta había una población penal de 2.600 reclusos, pese a que el centro fue construido para 350. A nivel nacional ocurre los mismo: en Venezuela existen 33 penales con unos 47.000 reclusos, de acuerdo con registros oficiales, aunque fueron diseñados para albergar sólo a 12.000 personas.

La superpoblación penal ha generado graves problemas de hacinamiento y violencia. En las prisiones venezolanas operan bandas que rivalizan por el control de los pabellones o el comercio de armas y drogas que guardias corruptos venden a los reclusos. Durante 2011 hubo 560 muertos en los penales venezolanos, cifra que supera a la de 2010, cuando se registraron 476 asesinatos.