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La fiebre de los seguidores de Justin Bieber ha logrado revolucionar la ciudad de Oslo y abrumar a la policía, hasta tal punto que han anunciado que podría cancelarse el concierto.
Fanáticos europeos llegaron desde distintos países del continente hasta el aeropuerto de Oslo para recibir a Justin Bieber, cuya actuación debía mantenerse en secreto porque no era un concierto oficial, sino que se trataba de una participación televisiva.
El artista iba a cantar cuatro nuevas canciones que formarán parte del programa especial Justin Bieber Believe: All Around The World de la NBC, pero sus fans querían verlo en persona y se las ingeniaron para perseguirlo por donde fuera, lo que provocó grandes estampidas.
La locura de los "Biebers" causó la preocupación tanto de las autoridades como del propio cantante, que no dudó en colaborar para controlar a sus enloquecidos fans.
"Por favor, escuchen a la policía. No quiero que nadie salga herido. Quiero que todo salga bien, pero su seguridad es lo primero...", escribió el joven en Twitter. "Para que el show se haga deben escuchar a la policía. Estamos preocupados por su seguridad y queremos lo mejor para ustedes. Por favor, escuchen", publicó la estrella.