Rusia amenazó con atacar intereses de la OTAN

Lo afirmó el jefe del estado mayor, Nikolai Makarov, en una nueva escalada en la disputa que el Gobierno de Moscú mantiene contra la instalación del escudo de defensa antimisiles de la Alianza Atlántica

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 AP 163
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Las declaraciones del general Nikolai Makarov destacan la oposición rusa a un escudo antimisiles que desarrollan los Estados Unidos y la OTAN, un tema que continuará tensando las relaciones después de que Vladimir Putin asuma el cargo presidencial el lunes.

Makarov habló en una conferencia donde los duros intercambios de palabras entre el anfitrión Rusia y funcionarios estadounidenses y de la OTAN dejaron de manifiesto que los antiguos enemigos de la Guerra Fría tienen aún un largo camino por recorrer para lograr un acuerdo de cooperación en defensa de misiles, un trato que ambos dicen querer.

Washington afirma que el sistema de defensa de misiles, cuya terminación está prevista para alrededor de 2020 y que incluye interceptores de misiles en Polonia y Rumania, tiene como objetivo responder cualquier amenaza desde Irán y no es un riesgo para Rusia.

Pero un desconfiado Moscú sostiene que Occidente podrá derribar misiles balísticos intercontinentales rusos en pocos años, de modo de debilitar así la fuerza disuasoria de la ex potencia comunista.

El general Makarov reiteró las amenazas del Kremlin de desplegar más misiles en el sur y norte de Rusia para posibles ataques contra las instalaciones y dijo que Moscú podría actuar si ve la necesidad. "Las decisiones sobre el uso preventivo de ataques serán tomadas en el período de mayor tensión", afirmó el militar en la conferencia de funcionarios gubernamentales y expertos.

No obstante, aclaró que desplegar esas armas y usarlas para atacar el escudo de misiles sería una "medida extrema" a la que Rusia esperaba no tener que recurrir, y luego insinuó que sería una opción solamente si se detectaran amenazas de seguridad graves e inminentes.

Pero Makarov indicó que los estados europeos deberían decidir si protegerse contra posibles amenazas en un futuro de países como Irán valía el riesgo de enfrentar las armas rusas que sí serían una "amenaza real" para las naciones en las que se levanten las instalaciones.

La primer fase del escudo, que será construido en cuatro etapas, comenzará oficialmente en una cumbre de la OTAN en Chicago el 20 y 21 de mayo.

Pese a la oposición rusa, el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo que la alianza espera lograr un acuerdo con Moscú sobre la defensa de misiles, pero afirmó que no sucederá durante la cumbre. "Continuaremos nuestro diálogo con Rusia luego", señaló a periodistas tras reunirse con el primer ministro británico, David Cameron, en Londres.

Rusia y la OTAN acordaron en el 2010 buscar vías de cooperación en defensa de misiles pero no han logrado llegar a un acuerdo. El Kremlin quiere garantías legalmente vinculantes de que el sistema no será utilizado contra Rusia. Los Estados Unidos, en tanto, afirman que no pueden acordar ningún límite formal.

Madelyn Creedon, secretaria adjunta de defensa de los Estados Unidos en asuntos globales estratégicos, aseguró que el escudo no podrá interceptar misiles rusos que tengan por blanco a los Estados Unidos. "El elemento estratégico disuasivo de Rusia está, y estará, seguro", aclaró.