El diario The New York Times reveló que Jack Dorsey, cofundador de Twitter y uno de los primeros inversores de Instagram, intentó comprar la aplicación fotográfica meses antes del acuerdo con Facebook.
Dorsey es un gran usuario del servicio. El joven empresario solía compartir fotos vía Instagram a través de su cuenta a diario. No obstante, desde que se anunció la compra, no utilizó más la aplicación.
A pesar de perder en la guerra de ofertas, Dorsey no se quedó con las manos vacías, considerando que por ser inversionista va a aumentar su cuenta bancaria.
Se cree que el interés previo de Twitter en la aplicación podría haber influido en el incremento del precio final del acuerdo que fue arreglado por US$ 1.000 millones.