Los países árabes rompen sus lazos con Siria

El día en que se conmemoró el aniversario de las revueltas contra el presidente Bashar Al Assad, las monarquías del Golfo Pérsico decidieron cerrar sus embajadas en Damasco para incrementar la presión al régimen

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Los miembros del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo emitieron un comunicado para anunciar el cese de su actividad diplomática en Siria, ante las repetidas negativas del régimen a detener la violencia que emplea para acallar las masivas protestas.

El secretario general de la organización regional, Abdellatif al-Zayani, justificó esta decisión por "la persistencia del régimen sirio en masacrar a su pueblo, en escoger la opción militar y en rechazar todas las iniciativas destinadas a encontrar una solución a la crisis".

El cierre de sus delegaciones representa un nuevo revés para Bashar Al Assad, quien pese a resistir en el poder ante los pedidos de dimisión de la comunidad internacional, observa como día a día su régimen queda más aislado del mundo. Los países del Golfo se suman así a la decisión ya adoptada por numerosos países occidentales, pero su cercanía al régimen demuestra un alejamiento incluso de quienes fueron socios del dictador.

A un año de iniciadas las movilizaciones para exigir una apertura democrática, el gobernante se mantiene a base de una brutal represión contra su pueblo que, según datos de la ONU, supera holgadamente las 8 mil muertes.

La situación es desde entonces objeto de preocupación de las principales potencias, que sin embargo han sido incapaces de aunar posiciones para actuar. Rusia y China, aliados del Damasco, bloquearon en dos oportunidades proyectos de resolución en el Consejo de Seguridad para condenar la violencia alegando que cualquier iniciativa de esa naturaleza debe contemplar una "corresponsabilidad" del uso de la fuerza.

En ese ámbito de la ONU, el escenario parece que no cambiará pese a los repetidos intentos de los EEUU y los países de la Liga Árabe de buscar alternativas dentro de la diplomacia. Por eso, varias voces claman por dotar de armas a los rebeldes sirios o incluso pugnan por que Washington realice bombardeos contra las tropas de Al Assad para garantizar la seguridad de la población civil.