La corrupción, un viejo problema cubano

La Contralora General Gladys Bejerano quiere que cada ciudadano se convierta en "fiscalizador de la Revolución" para combatir el mercado negro. "Si alguien vende es porque alguien compra. Y no decimos nada", advirtió

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Reuters
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"Si para la Revolución es un problema de vida o muerte luchar contra la corrupción, velar por los recursos del Estado y, además, trabajar por una mayor eficiencia, si eso es así, y ¿quién hizo la Revolución?, el pueblo, pues con el pueblo hay que luchar, con el pueblo hay que defenderla", dijo en una entrevista con el diario Juventud Rebelde.

En Cuba cerca del 90% de la economía es estatal y existe un extendido mercado negro que se nutre de robos de esas empresas fundamentalmente. También en los últimos meses se han detectado delitos de "cuello blanco" entre funcionarios del Estado.

"Si alguien vende es porque alguien compra. Y no decimos nada. La responsabilidad del mercado negro no es del pueblo, es de quien tiene el producto y no lo administra, pero el enfrentamiento tiene que ser entre todos", precisó. Añadió que "lo que no puede suceder ni aceptarse es que se gane el dinero robándole al pueblo, poniéndole la multa, y nosotros, casi como si fuera una desgracia, recibirlo. La gente tiene que enfrentar eso. Tenemos que educar a la gente en su papel como fiscalizadores"

El gobierno de Raúl Castro realiza una cruzada contra la corrupción en la isla y para ello en agosto de 2009 creó la Contraloría General, nombró a Bejerano al frente de la institución, y la designó además vicepresidente del Consejo de Estado.

En enero, el presidente dijo que había varios casos de corrupción en investigación, los que serán informados a la población una vez concluidas las pesquisas. El control popular "es imprescindible, y no es popular para darse baños de popularidad", afirmó la contralora, pues "tiene que ser una participación real, no formal".