'Operación E', un polémico film sobre las FARC

El proyecto cinematográfico de Miguel Courtois Paternina (director de Gal y Lobo) involucró un equipo de 70 personas entre Bogotá y la selva colombiana, llegando a zonas que representaban ciertos riesgos y donde tuvieron que recibir una vigilancia especial. Protagonizada por la actriz colombiana Martina García y el español Luis Tosar, se basada en uno de los operativos más emblemáticos del conflicto, en él estuvieron implicados los gobiernos de Colombia y Venezuela.

El thriller escrito por Antonio Onetti, está inspirado en hechos reales y situado en un contexto político complejo en el que Tosar, ganador de tres premios Goya, interpreta al campesino José Crisanto Gómez en una historia que cuenta cómo las FARC le entregan a él el hijo de Clara Rojas.

Perseguido por las FARC, Crisanto actualmente recluido en una prisión en Bogotá acusado de colaborar con la guerrilla, se aventura por la selva con su familia con la intención de llegar a un hospital en la capital colombiana.

La ex candidata a la Vicepresidencia como compañera de fórmula de Ingrid Betancourt fue secuestrada por las FARC el 23 de febrero de 2002 y fue liberada casi seis años después. Durante su cautiverio nació Emmanuel, fruto de una relación con un guerrillero, cuya identidad nunca fue revelada. El bebé se enfermó a los ocho meses y las FARC lo trasladaron, en enero de 2005, para que recibiera atención médica. Rojas lo volvió a ver recién tres años después, cuando fue liberada. Le fue entregado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

"Quieren montar una historia a través del campesino, que es José Crisanto Gómez, la persona que tuvo, según la información que yo tengo, secuestrado a mi hijo antes de que el Bienestar Familiar me lo entregara", explicó Rojas. "Mi niño tiene una serie de derechos, como los tienen todos los niños, a tener una vida tranquila, un respeto por su integridad personal y, obviamente, por su vida pasada", remarcó Rojas. Emmanuel "está en un momento de crecimiento, es importante el factor de identidad, de tener clara su historia personal", argumentó.

Esta no es la primera vez que el realizador hispano francés se implica en cine político. Ya en 2004 estrenó El Lobo, la historia de Mikel Lejarza, el agente de los servicios secretos españoles que consiguió infiltrarse en la ETA entre 1973 y 1975.