Se deteriora la salud de Alan Gross

El contratista de EEUU preso en Cuba recibió la visita de dos religiosos de su país. Estos se mostraron "preocupados" por su pérdida de peso, unos 45 kilos desde su detención

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El caso de Gross, de 62 años y quien fue condenado en marzo a 15 años de prisión, ha sido visto como emblemático pues frenó un tímido avance en las rotas relaciones entre La Habana y Washington y ha llevado a que influyentes políticos estadounidenses intercedan para su liberación.

"Estoy preocupado por su salud. Tuvimos una buena conversación y está de buen ánimo", comentó Kinnamon sobre la visita que hizo a Gross en la cárcel de un centro hospitalario de La Habana. El pastor encabeza una delegación de 15 miembros del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo, del cual es su secretario general. La entidad agrupa iglesias metodistas, ortodoxas, episcopales y presbiterianas y sus representantes están de visita desde el lunes en la isla de Gobierno comunista sobre la que pesa un embargo comercial de los Estados Unidos.

"Dos de nosotros fuimos a verlo hoy (miércoles) y tuvimos una buena, muy buena conversación", dijo el reverendo agradeciendo al Gobierno comunista por permitir visitarle. "No lo conozco de antes, pero ha perdido mucho peso. Y estamos preocupados por su salud y la de su familia. Además tenemos interés en otras cuestiones humanitarias", agregó, en alusión al diferendo entre ambos países, incluyendo el caso de los cinco agentes cubanos presos en Estados Unidos.

Según fuentes familiares, Gross ha perdido unos 45 kilos de peso desde su detención, el 3 de diciembre del 2009. Luego de un proceso judicial, fue declarado culpable de participar en planes subversivos al distribuir tecnología de comunicación satelital prohibida en Cuba a la comunidad judía residente en el país. El contratista rechazó las acusaciones.

Un intento por "relanzar" las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana impulsado por el presidente Barack Obama se frustró tras la detención de Gross y la posterior condena. La Casa Blanca ha solicitado su liberación "inmediata".

Judy Gross, la esposa del contratista, instó esta semana a Obama a dar el primer paso para negociar su pronta liberación en vísperas del segundo año de su encarcelamiento en la isla. Otro de los que ha abogado por su liberación es el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quien lo visitó a fines de marzo.

Gross, mientras, está en una celda que comparte junto a otros dos presos en la cárcel de un hospital en La Habana.