Maltrato infantil en un concurso de belleza por TV

Niñas con busto falso y relleno en los glúteos. Depilaciones dolorosas y dientes postizos. Los videos revelan los tratamientos de belleza que soportan las menores en las transmisiones de Toddlers & Tiaras, en EEUU

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En las imágenes puede verse cómo una niña llora e implora mientras la madre se empeña en depilarle las cejas. "Esa 'uniceja' se tiene que ir, a los jueces no les va a gustar", le dice la mujer, que cuenta a su hija cómo en una ocasión la cera la quemó y le arrancó piel. De consuelo, siempre hay algún dulce que ofrecer.

Otro video muestra el momento en el que la madre de una pequeña concursante le coloca senos postizos a una niña de cuatro años para hacerla ver un poco más llamativa. Se puede observar cómo Lindsay Jackson, la madre, quiere arreglar a Maddy, la pequeña, para que se parezca lo máximo posible a la cantante de música country Dolly Parton, cuya figura se destaca por sus grandes senos. Para ello, Jackson no dudó en ponerle también relleno en los glúteos.

Estos son algunos ejemplos de lo que muestra este programa infantil, Toddlers & Tiaras, (Niñas pequeñas & Diademas, su traducción más aproximada), de la cadena TLC, dedicado a seguir a las familias que inscriben a sus bebés y niños pequeños en concursos de belleza. Maquillaje,  bronceados o los exuberantes bailes son las "armas" con las que las madres tratan de resaltar a sus hijas. Según denuncia el diario estadounidense The Washington Post, las progenitoras también animan a sus hijas a beber bebidas energizantes para que aguanten el ritmo de esperas y ensayos.

En otra grabación, puede verse cómo la madre no se inmuta a la hora de someter a su hija a un bronceado artificial, mientras la pequeña llora y se lamenta. Pestañas postizas, extensiones en el cabello e, incluso, una prótesis dental infantil removible también son usadas porque la niña "tiene los dientes demasiado pequeños y su sonrisa no luce en el escenario". "De hecho, esto le está ayudando a conseguir títulos", en palabras de la madre.

Karmen, la pequeña de seis años, reconoce con cierta tristeza al final del video: "Estoy sonriendo en el interior".

Tratadas como un objeto de belleza a su corta edad, todas estas pequeñas son insertadas en un estereotipo femenino superficial y competitivo. Este programa muestra cómo niñas que apenas tienen edad para entrar en la escuela se miden entre ellas.

Criadas en un ambiente en el que prima un ideal de belleza muy discutible, las niñas aprenden desde muy pequeñas, por la fuerza y por culpa de sus madres, a ser productos de exhibición.