"No me tocó ni un dedo"

"Ruby" sigue la estela de las velinas de Silvio Berlusconi, que lo defienden en los canales de TV de su propiedad. El premier italiano atacó a los jueces que lo acusan de prostituir a menores. Vea el video

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Pocas horas antes de la emisión de un agresivo discurso televisivo grabado previamente, el jefe de gobierno había iniciado su contraofensiva mediática con la divulgación de una entrevista a "Ruby", Karima El Mahroug, en uno de los programas de Canale 5, del que es propietario.

"Nunca he tenido relaciones sexuales con el primer ministro. Nunca he pedido cinco millones. Nunca he ejercido de prostituta", señaló la joven marroquí, quien precisó: "No me ha tocado ni con un dedo".

En la entrevista realizada por Alfonso Signorini, director también del semanario amarillista de Berlusconi Chi, la joven cuenta que a los nueve años sufrió "el primer trauma, cuando fui violada por dos tíos por parte de padre".

Cada día los medios de comunicación revelan detalles escabrosos de los festines del primer minsitro, mientras varias de las jóvenes involucradas conceden entrevistas en la televisión para defenderlo, entre ellas, la italiana de origen alemán Sabina Began y la dominicana Ester García Polanco.

"No es verdad que nos da dinero, simplemente nos ayuda cuando tenemos necesidad, porque entiende los problemas de aquellos que estamos en el mundo del espectáculo", sostuvo la hermosa centroamericana a la televisión de Sky.



Contraofensiva judicial

Poco novedosa resultó la estrategia de Berlusconi. Il Cavaliere siguió el refrán popular que sostiene que "la mejor defensa es un buen ataque" y cargó contra los fiscales que lo acusan. Además, volvió a pedir que el Parlamento apruebe una ley para que los funcionarios electos no puedan ser juzgados en los tribunales, como otras tres normas similares que se promulgaron en sus distintos mandatos y que en todos los casos fueron frenadas por la Corte Suprema (ver nota relacionada).

"No hay nada de que avergonzarme. El Gobierno continuará trabajando, y el Parlamento hará las reformas necesarias para garantizar que un juez no pueda tratar de destruir de modo ilegítimo a alguien que ha sido elegido por los ciudadanos", afirmó Silvio Berlusconi en un mensaje televisivo, pese que cualquier reforma sería difícil de aprobar, ya que una división el año pasado con su aliado Gianfranco Fini le costó una mayoría segura en el legislativo.

Con respecto a las demandas en su contra, indicó: "Quiero ir a un juicio de inmediato, con esta prueba indiscutible, pero quiero hacerlo con jueces imparciales y no con ministros públicos que quieren usar esto como una lucha política". Y añadió: "No hubo corrupción, no hubo promoción de la prostitución, mucho menos involucrando menores. Estoy tranquilo porque la verdad siempre se impone". Por eso, exigió "un castigo apropiado" para los responsables.

Así, el mandatario utilizó un mensaje televisivo para lanzar una contraofensiva, luego de que lo acusaran de pagar por mantener sexo con una menor (ver nota relacionada). Este martes, la oposición había salido a pedir su renuncia, después de que fiscales de Milán presentaran documentos al Parlamento en los que hay supuestamente "numerosas" evidencias de que Berlusconi apoyó financieramente y durmió con un "grupo significativo" de prostitutas, incluyendo la menor marroquí, conocida como "Ruby robacorazones" (foto).

El informe incluye varias escuchas telefónicas y testimonios de jóvenes mujeres que aseguran haber participado en las controvertidas fiestas, descritas como orgías y organizadas en la residencia privada del millonario primer ministro, Villa Arcore, en las afueras de Milán.

El nuevo mensaje de Berlusconi generó una ola de reacciones políticas. La oposición, tanto moderada como de izquierda, denunció la estrategia de Berlusconi de "desviar la atención" sobre las graves acusaciones con una "declaración de guerra" a la magistratura. "Berlusconi ha violado el artículo 54 de la Constitución, que exige al jefe de gobierno comportarse con honor y dignidad", aseguró Pier Luigi Bersani, líder de la mayor formación de izquierda, el Partido Democrático, al pedir de nuevo su renuncia.