EEUU reduce las restricciones de viaje y remesas a Cuba

Flexibiliza los requisitos para que estudiantes y grupos religiosos puedan ir a la isla. Cualquier aeropuerto podrá operar vuelos con ese destino y se permite enviar hasta US$ 2.000

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Las medidas permitirán enviar hasta 2.000 dólares anuales a cubanos que no ostenten altos cargos en el gobierno ni en el Partido Comunista. Y otorgan a universidades y organizaciones eclesiásticas la autoridad de patrocinar viajes al país caribeño sin necesidad de obtener una autorización previa de la Oficina Federal para el Control de Bienes Foráneos.

Sin embargo, los viajeros no podrán exceder el tope de dinero en efectivo permitido en las especificaciones vigentes del embargo comercial.

Todas las terminales aeroportuarias de los Estados Unidos podrán prestar servicios con destino a la isla. Para ello tendrán que contar con la supervisión aduanera suficiente para garantizar el cumplimento cabal del embargo. Actualmente, sólo los aeropuertos de Miami, Nueva York y Los Angeles operan de esa forma.

"Estas medidas aumentarán el contacto entre los pueblos; apoyarán a la sociedad civil en Cuba; mejorarán el libre flujo de información para los cubanos, por ellos y entre ellos, y ayudará a promover su independencia de las autoridades cubanas", señaló la Casa Blanca en un comunicado.

El senador demócrata John Kerry, presidente del comité de Relaciones Exteriores, calificó al anuncio como un "paso importante" porque demuestra la buena voluntad de los ciudadanos de ambos países. "Tras 50 años de embargo contra Cuba y prohibiciones gubernamentales al contacto con los cubanos, es el momento de probar algo diferente", agregó.

La representante republicana Ileana Ross-Lehtinen, presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, consideró que los cambios "socavan nuestra política exterior y nuestros objetivos de seguridad y sólo traerán beneficios económicos al moribundo régimen cubano".

Las autoridades estadounidenses reiteraron su malestar recientemente por la detención, sin cargos, en La Habana y durante más de un año, del estadounidense Alan Gross, quien la víspera recibió la visita de la segunda funcionaria a cargo del hemisferio occidental en el Departamento de Estado.