Cuatro muertos por rayos en la Argentina

Una de las descargas cayó en medio de un entrenamiento de fútbol y mató al masajista de Racing Club. Otras dos víctimas son menores. Vea el video de la tragedia

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El plantel del argentino Racing Club vivió un momento muy doloroso luego de que un rayo cayera en la cancha en la que se entrenaban y uno de los masajistas muriera.

Se trata de César Nardi (foto), quien fue trasladado a la guardia del Hospital de Luján, 50 kilómetros al oeste de Buenos Aires, y no tuvo respuesta después de que los médicos trataran de reanimarlo por 40 minutos.

"Lamentamos poner en conocimiento de nuestros socios y simpatizantes el fallecimiento de nuestro empleado Cesar Nardi «Chechu», en ocasión de desarrollarse el entrenamiento del plantel profesional en el día de la fecha en Open Door. Este infausto suceso enluta a la familia racinguista, que despide a un empleado ejemplar, querido por todos, al que siempre se recordará por su sonrisa permanente y su amplia predisposición al trabajo. La Comisión Directiva, el plantel profesional, cuerpo técnico y todos los estamentos de la entidad acompañan a su familia en esta triste hora", fue el comunicado emitido por el club luego de la confirmación de la noticia.

A su vez, el futbolista del plantel profesional, Braian Lluy, también fue trasladado al mismo nosocomio, aunque se encuentra fuera de peligro.

El episodio ocurrió a las 18:15, cuando, en medio de una fuerte tormenta eléctrica y bajo un cielo totalmente negro, un rayo cayó en el campo de polo donde se entrena el equipo que dirige Miguel Ángel Russo.

Los jugadores que se enfrentarán el próximo jueves a Estudiantes de La Plata se encontraban realizando un fútbol-tenis a un costado de los suplentes, que jugaban un partido ante un combinado de juveniles.

Al caer el rayo, los futbolistas salieron corriendo hacia el edificio que se encuentra dentro del predio de Open Door, en la localidad bonaerense de Luján, para protegerse, algunos de ellos, aturdidos por el impacto.

La tormenta afectó la zona de la ciudad de Buenos Aires y alrededdores y dejó otras tres víctimas fatales, una progresión que no tiene precedentes en el mundo. Cada año, unas 400 personas son alcanzadas por rayos, pero sólo mueren 67. De hecho, la posibilidad de ser impactado es de una en 40 millones, algo tan difícil como ganarse la loteria. 

En la localidad de Florencio Varela (en el extraradio sur de la ciudad de Buenos Aires), dos niños de 8 y 11 años murieron y otro resultó gravemente lesionado mientras jugaban en una piscina. El estallido hirió a otros menores, uno de los cuales se encuentra en estado crítico. "En mis años de médico nunca vi algo así con tantos niños a la vez", dijo el doctor Juan Manuel Fragomeno, director de Gestión de Pacientes del hospital El Cruce.

La cuarta víctima es un hombre de 25 años de nacionalidad boliviana, que murió en una zona semirural de la misma localidad bonaerense.

"Las muertes se produjeron porque se conjugaron varios factores: área descampada, sin protección de pararrayos y la imprudencia de no seguir las recomendaciones habituales", explicó Alicia Sejas, del Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina.