Las nuevas guías de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por su sigla en inglés) surgen de estudios recientes sobre la presión pediátrica y de las últimas recomendaciones para definir y tratar la hipertensión en adultos. Según AAP, los niños y adolescentes con prehipertensión (presión no lo suficientemente alta como para diagnosticar hipertensión) pueden hacer todos los deportes competitivos.
Pero
. Esos cambios incluyen hacer ejercicio regular, comer equilibradamente y, si es necesario, bajar de peso, detalló AAP en la revista Pediatrics.
Las recomendaciones son las mismas para los niños con hipertensión en la fase 1. Para la academia, este grupo podría realizar todos los deportes competitivos si no existe daño orgánico mayor, como agrandamiento ventricular u otras enfermedades cardíacas. Además,
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Los cambios del estilo de vida son parte del tratamiento, mientras que los niños con un daño orgánico o con valores de presión altos en varias mediciones deberían ser derivados a un pediatra especializado en cardiología.
AAP recomendó limitar la práctica deportiva en los casos más graves de presión alta o hipertensión en la fase 2. Esos niños no deberían practicar deportes que causan aumentos de presión, como pesas, gimnasia, artes marciales, lucha, ciclismo, snowboard y lanzamientos. Los niños y adolescentes con hipertensión en la fase 2 deben primero normalizar los valores de la presión antes de practicar esos deportes. Pero todos deben ser derivarados a un especialista, y el tratamiento deberá combinar los cambios del estilo de vida y/o fármacos.
Todos los atletas con prehipertensión o presión alta deberían reducir el consumo de sustancias que causan episodios hipertensivos (cafeína o analgésicos y descongestivos de venta libre), tabaco y estimulantes.
La academia también indicó que los niños obesos están en riesgo de tener presión alta y que, mientras el exceso de peso es valorado en ciertos deportes, no debería inducirse a los atletas jóvenes a engordar.