La semana pasada el gremio de los Alimentos fijó un aumento del 35% de aumento para los próximos doce meses y desde ese momento analistas, sindicatos y empresarios coinciden en que la nueva referencia para los aumentos será entorno al 30 por ciento.
Ese piso evitaría que los sueldo pierdan capacidad adquisitiva, ya que tras el acuerdo la tendencia de las empresas alimenticias sería trasladar ese incremento al precio de sus productos, publica un matutino porteño.
Aunque desde el ministerio de Trabajo descartan esos niveles de aumento y prevén acuerdos entorno al 20%, las consultoras se vieron obligadas a revisar sus las estimaciones inflacionarias para este año y exponen que eso frenará el ritmo de la recuperación prevista para este año.
En general se espera que los aumentos retroalimenten la suba de precios y que eso provoque estanflación. Por eso, los nuevos pisos salariales pondrían en riesgo sostener en el tiempo un nivel de crecimiento económico.