El Ministerio del Interior señaló que el atentado con coche-bomba había causado la muerte de 20 civiles afganos y dejado heridas a otras 47 personas.
La mayoría de las víctimas viajaba en un autobús durante la hora pico matutina cuando estallaron los explosivos escondidos en el automóvil.
El atentado se produjo cerca de la base militar Julien, que alberga la Academia para la Lucha contra la Insurgencia, fundada por el Ejército norteamericano. En la base Julien se encuentran destacados soldados de los EEUU y Afganistán.
El general alemán Josef Blotz, vocero de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dijo que la explosión del automóvil, que "probablemente estaba lleno de explosivos", mató a un gran número de soldados y a una cantidad aún mayor de civiles, aunque consideró prematuro precisar la cifra de víctimas.
Blotz también indicó que la explosión destruyó cuatro o cinco vehículos de la ISAF y un número aún mayor de autos civiles.