Barack Obama convocó a Bush y a Clinton para que lo ayuden ante la emergencia de Haití

Compartir
Compartir articulo
 AP 162
AP 162
 Ap 162
Ap 162
El presidente Barack Obama anunció el sábado la creación del "Fondo Clinton-Bush" para Haití para, con la ayuda de los ex mandatarios, organizar a la sociedad civil de los Estados Unidos en los esfuerzos humanitarios y de reconstrucción a corto y largo plazo en ese país.

Flanqueado por los ex presidentes Bill Clinton (demócrata) y George W. Bush (republicano) en la rosaleda de la Casa Blanca, Obama alabó la "extraordinaria generosidad" de los EEUU hacia Haití y reafirmó el compromiso de su gobierno con los esfuerzos de reconstrucción que, a su juicio, "se medirá en meses y años".



Tras una reunión de media hora, Obama dijo que Clinton (1993-2001) y Bush (2001-2009) "harán un trabajo extraordinario" al "aprovechar la increíble generosidad, el ingenio y el espíritu positivo del pueblo para ayudar a vecinos en crisis".


La tarea de sus antecesores, explicó Obama, será encabezar un esfuerzo nacional para recabar donaciones de individuos, corporaciones, organizaciones no gubernamentales y demás instituciones a través de la página de internet


.



Esta misión, cargada de simbolismo político por tratarse de ex mandatarios de partidos opuestos, evoca memorias de un esfuerzo similar tras el tsunami en Indonesia en 2004, cuando Bush reclutó a Bush padre y al propio Clinton para alentar la ayuda del sector privado.


El terremoto ha dejado decenas de miles de muertos, heridos y desplazados, además de cuantiosos daños materiales que, junto a cerca de tres millones de damnificados, supone la primera gran crisis humanitaria del gobierno de Obama.



Según la Cruz Roja, el número de muertos en Haití podría ascender a unos 50.000 en la actualidad, una cantidad enorme ya que, durante todo 2009, fallecieron unas 1.783 personas debido a diversos terremotos en todo el mundo, según el Servicio Geológico de los EEUU.


Hoy mismo, el Servicio Geológico informó de una fuerte réplica de 4,5 en la escala de Richter, una de decenas que ha sufrido el país desde el pasado martes y que suspendió brevemente los esfuerzos de búsqueda y rescate en Haití.



El dinero recabado por el Fondo Clinton-Bush se canalizará no sólo para las necesidades inmediatas, como agua potable, comida, atención médica y el establecimiento de albergues, sino también para las tareas de reconstrucción a largo plazo.


Para Bush, la forma más eficaz de ayudar es mediante donaciones monetarias.



"Sé que mucha gente quiere enviar mantas y agua. Sólo envíen su dinero", dijo Bush, quien, junto a Clinton, se comprometió a "asegurar que la plata se gastará sabiamente".

Clinton, enviado especial de Naciones Unidas para Haití, se mostró personalmente afectado por la tragedia ya que, según recordó, se había alojado muchas veces en hoteles que ahora son escombros, y conoció y cenó con muchas personas que han fallecido en el terremoto.



Además del envío de equipos militares y médicos, y suministros de ayuda humanitaria, el gobierno norteamericano dijo que otorgará Estatus de Protección Temporal (TPS) durante 18 meses para los haitianos que viven ilegalmente en el país.


El TPS es un beneficio migratorio que ofrece Washington a personas que no pueden regresar a su país por conflictos armados y desastres naturales.



Así, sólo se otorgará a los haitianos que se encontraban en los Estados Unidos antes del 12 de enero de 2010 y, para desalentar un éxodo masivo, las autoridades regresarán a quien intente ingresar ilegalmente al país.



El vicepresidente Joe Biden y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, viajaron a la Pequeña Haití en Miami (Florida) para reunirse con líderes de la comunidad haitiana y reafirmar el apoyo de los EEUU a su país.


Mientras, los retos sobre el terreno son muchos y la clave es estrechar la coordinación y la distribución de ayuda, reconoció hoy en conferencia telefónica desde Haití Tim Callaghan, asesor para América Latina y el Caribe de la Oficina de Asistencia Extranjera para Desastres.



Callaghan dijo que se trata de "un esfuerzo masivo" que continuará durante todo el fin de semana, para el cual también se han establecido 14 puntos de distribución.