El ministro de Salud, Juan Manzur, se refirió al veloz avance de la enfermedad durante una conferencia de prensa, en la que informó que ayer no se recibieron notificaciones de nuevas muertes y que el total de fallecidos confirmados asciende a 44. De todas maneras, advirtió que se investigan las causas de otros fallecimientos, sospechados de haber sido ocasionados por la gripe por virus A.
A su vez, un día después de asumir el cargo, dijo que "se estiman en 100.000 los pacientes" de la influenza, aunque el último parte oficial hablaba sólo de 1.587 casos confirmados, publicó el diario La Nación.
Mientras que el Gobierno reordena su estrategia frente al virus luego de la renuncia de Graciela Ocaña, provincias y municipios continúan estableciendo sus propios planes contra la epidemia que, en muchos casos, incluyen el cierre de lugares de esparcimiento y la suspensión de actividades culturales y deportivas.
Consultado sobre las decisiones tomadas en muchos distritos, Manzur respetó la autonomía de gobernadores e intendentes, y recordó que se aconseja a la población abstenerse de asistir a lugares de concurrencia masiva, aunque aclaró que "esto no quiere decir que en 48 ó 72 horas no puedan tomarse medidas más drásticas".
Además de la suspensión de clases desde el próximo lunes, el Gobierno decidió conceder una licencia especial de 15 días a embarazadas y a personas con problemas oncológicos o inmunodeprimidas, según quedó establecido en el Boletín Oficial, donde se explicó que los beneficiarios por la medida deberán presentar un certificado médico en sus respectivos trabajos. La decisión abarca tanto al empleo público como al privado.
También tendrán las faltas laborales justificadas, sin pérdida del presentismo, aquellas personas que deban atender a un familiar directo afectado por la influenza A, hecho que deberá ser acreditado por un profesional de la Medicina.
Por su parte, la Provincia sumó a los empleados mayores de 65 años y a los padres de chicos hasta los 14 años, quienes podrán pedir una licencia de 15 días durante la suspensión de las clases para cuidar a sus hijos. Deberán presentar un certificado en el que conste que el otro progenitor trabaja y que no puede obtener a su vez una licencia laboral.