Una mujer que cada día aprende a vivir con el dolor

Vivian Perrone no podía faltar en el Mes de la Mujer de Infobae.com. Su hijo Kevin murió en un accidente de tránsito. Aseguró que "nunca" va a superar la pérdida y que hoy encuentra consuelo en ayudar a otras madres

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Por sabiduría de la naturaleza o leyes de la vida, los padres dejan este mundo antes que sus hijos?los abuelos antes que sus nietos?Ahora, hay veces en que el destino se empecina en hacer una mala treta e invierte ese supuesto "orden".

Hay quienes dicen que no hay dolor más grande para un padre que ver morir a su hijo. También, que ante la adversidad son las mujeres (sí, esas representantes del muchas veces llamado sexo débil) quienes sacan agallas de donde no sabían siquiera tenerlas para salir adelante.

Adelante sin saber bien hacia dónde?

Y Vivian no fue la excepción. Su hijo Kevin tenía 14 años cuando, en 2002, fue atropellado y abandonado en plena Avenida del Libertador por un joven de 20. Tras agonizar una semana, murió.

Hoy es la presidenta de la asociación Madres del Dolor, desde cuyo lugar deja bien en claro eso de que el femenino está muy lejos de ser el sexo débil.

"Todo fue a partir de la muerte de mi hijo, fue una forma de reaccionar ante el dolor y la tristeza que tenía", dijo la mujer, quien confesó haber atravesado muchas situaciones difíciles en su vida, pero "ver agonizar a un hijo no se compara con nada".

Fue así que Vivian sintió que "en nombre de Kevin podía organizar algo" y comenzó a reunirse con madres en su misma situación, primero por amistad y al tiempo dieron vida a la asociación.

Llama la atención que, en casi todos los casos, sean mujeres las que llevan adelante la lucha por justicia. No porque no haya padres. Pero pareciera como si ellos prefirieran cobijarse bajo la "protección" femenina.

"Me parece que la mujeres tenemos la capacidad de equilibrar el dolor, el sentido común y la costosa tarea de seguir con nuestras vidas", reflexionó Vivian, quien admitió que su marido -más de una vez- le dijo que él no iba a poder enfrentar al asesino de su hijo.

"Mi marido no podía enfrentarlo, mirarlo, ni saber que existía", reconoció la mujer. Y no pudo. El hombre falleció 15 días antes del juicio oral.

Ante la pregunta de si alguna vez creyó que iba a ser capaz de llevar adelante semejante lucha, Vivian fue tajante: "Jamás. Yo vivía feliz con mis hijos, en mi casa, mi marido y siendo profesora. Era lo único que quería para mi vida".

"Jamás me interesé por participar en política, no sabía lo que era Tribunales, nunca había ido a una fiscalía", comentó y agregó: "Especialmente en los casos de muerte por accidente de tránsito uno no tiene a nadie; yo primero tuve que demostrar la inocencia de mi hijo y después ver que el asesino quedaba en libertad".

"Nunca se acepta la muerte de un hijo"
"Recién cuando venía del trabajo a casa le hablé a Kevin; todos los días le pido que me ayude a salir adelante", dijo la mujer con la voz entrecortada.

Para ella, extrañar a su hijo "es constante", tanto como preguntarse por qué no está o imaginar cómo sería a esta edad (hoy tendría 20 años).

Sus otros hijos (Eric, de 22 años y Yael de 11) distan mucho de los otros chicos de su edad. "Mi familia pasó de ser una de cinco a quedar nosotros tres", dijo la mujer, quien aseguró que los adolescentes viven muy cerca de la muerte.

"Eric de ser casi mellizo se quedó solo", comentó Vivian, quien a modo de "mensaje" a las mamás que están en su misma situación aseguró: "Les diría que por el recuerdo de sus hijos vivan la vida lo mejor que puedan; a mí me calma el dolor ser solidaria con los demás".

En tanto, concluyó que pese a que el país "parece estar mejor económicamente, un país sin justicia es un país en caos; necesitamos que se apliquen las leyes que tenemos, de otra manera ninguna herida cicatriza".