Una dura negociación que generó algunos roces

Pese al arreglo existente con Brasil por el gas, desde el Gobierno argentino persiste cierto descontento por las declaraciones del titular de Petrobras y la negativa a ceder parte de la cuota que importa desde Bolivia

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Las negociaciones bilaterales entra la Argentina y Brasil progresaron notoriamente en las últimas horas, en particular en lo referido a los planes energéticos, aunque con algunas dificultades.

En ese contexto, el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, afirmó que su país precisa "cada molécula" del fluido que importa de Bolivia. "Nosotros no le tememos a ninguna penalización. No es que el gobierno brasileño necesite el gas, quien lo precisa es el mercado que está en crecimiento", aseguró el ejecutivo.

"Nosotros tenemos una buena relación con la Argentina, típica de todas las petroleras con los gobiernos de los países (donde operan), que es una relación de amor y odio", afirmó Gabrielli al informar que fue el gobierno boliviano el que le pidió a Brasil que ceda una parte de la gas que le compra a la Argentina.

El canciller de Brasil, Celso Amorim, dijo en Buenos Aires que su país "precisa todo el gas" que recibe de Bolivia, en la víspera de una reunión trilateral de la que también formará parte la Argentina para analizar este asunto.

"Hay otras posibilidades a ser analizadas" en el encuentro entre los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Bolivia, Evo Morales, apuntó Amorim.

Tras reconocer que en la zona existe "un problema estructural" en materia energética, Amorim dijo que Brasil "tiene la disposición de ayudar a resolver los problemas regionales con espíritu de integración y solidaridad".