La construcción de la central Coca-Codo-Sinclair, que contará con una capacidad instalada de 1.500 megavatios, correrá a cargo de las empresas estatales Termopichincha de Ecuador y Enarsa de Argentina, lo que, de concretarse, pondría en marcha la mayor planta de generación en el país andino.
El 70% del costo de la central correrá a cargo de Termopichincha y el restante 30% será asumido por Enarsa, aseguró en un informe el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable de Ecuador.
Quito, que vive una cruzada para construir centrales hidroeléctricas y reemplazar fuentes onerosas de energía, financiará la obra con recursos de un fondo petrolero, pero no se especificaron ni los mecanismos con lo que lo hará Buenos Aires ni los beneficios que obtendrá de la central.
La constitución de la empresa conjunta que integrarán Termopichincha y Enersa y desarrollará el proyecto se concretará el jueves en Quito, con la presencia del ministro de Planificación de Argentina, Julio De Vido.
Coca-Codo-Sinclair estará ubicado en la provincia amazónica de Napo, al oeste de Quito. La proyección gubernamental contempla que entre en operación en el 2012 con una tarifa de 0,03 centavos de dólar por kilovatio/hora.
Ecuador vive una crisis eléctrica por la falta de inversión en el sector, lo que lo ha vuelto dependiente de importaciones desde Colombia e inestables plantas térmicas, por lo que incluso ha debido decretar racionamientos por cortocircuitos entre la oferta y la demanda.