Castro sigue castigando a su pueblo desde la cama

Martha Beatriz Roque, líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba, y un pequeño grupo de opositores habían permanecido frente al Ministerio de Justicia el jueves tras entregar una carta pidiendo mejores condiciones para los presos políticos.
 
"Fui arañada, empujada y vilipendiada", dijo Roque por teléfono desde su casa al denunciar que fue agredida por más de 100 partidarios del Gobierno, que la amenazaron verbalmente mientras permanecía frente al Ministerio de Justicia.
 
"No había necesidad de llegar a la violencia", agregó. Según Roque, agentes de la seguridad del Estado los condujeron a un autobús y la trasladaron a su casa, junto a algunos de los que la acompañaban.
 
El Gobierno comunista de la isla no ha emitido comentario alguno sobre las acusaciones de los disidentes. Elizardo Sánchez, líder de la ilegal pero tolerada Comisión de Derechos Humanos, dijo por teléfono a Reuters que se desconocía el destino de los opositores arrestados.
 
"Entre 20 y 30 opositores que estaban comprometidos a asistir junto a Martha (Beatriz Roque) permanecen detenidos, pero desconocemos dónde están", dijo Sánchez.
 
"Ellos se concentrarían en la casa de Martha para salir hacia el Ministerio de Justicia, pero no llegaron nunca y tampoco están en sus casas. Por eso asumimos que están detenidos", agregó.
 
Roque había denunciado en la mañana la detención de una docena de opositores que dijo se habían comprometido a asistir a la protesta.
 
"Trece fueron detenidos por la mañana (...) Tenemos razones para pensar que están en manos de la policía", dijo a periodistas previamente la disidente en la puerta del ministerio.
 
"Estamos dispuestos a esperar y recibir aquí una respuesta del Gobierno", agregó. Entre los detenidos está el ex preso político Jorge Luis García (Antúnez), excarcelado recientemente, precisó.
 
En la carta entregada al Ministerio de Justicia, los manifestantes exigieron "que los presos políticos sean tratados con dignidad, por ser seres humanos, y además inocentes".
 
El Gobierno acusa a los opositores de ser mercenarios al servicio de Estados Unidos.