Bernanke pone paños fríos a la fiebre bursátil

El presidente de la Reserva Federal de los EEUU dijo que los mercados "parecen funcionar bien", pese a la caída de las bolsas registrada este martes en todo el mundo

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En una comparecencia ante el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes, Bernanke señaló que el banco central de Estados Unidos vigila "estrechamente" el comportamiento de los mercados, así como el de la economía.

La corrección bursátil no causará "cambios materiales" en las expectativas de crecimiento de la Reserva Federal para Estados Unidos, afirmó.

Asimismo, el titular del banco central de la mayor economía del mundo descartó que la turbulencia en los mercados se deba a un problema de liquidez, como han sugerido algunos analistas, y señaló que Estados Unidos tendrá un crecimiento "moderado".

El Departamento de Comercio revisó hoy a la baja el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en el último trimestre, que había calculado inicialmente en el 3,5%, pero que en realidad fue del 2,2 por ciento.

Las nuevas cifras "están más de acuerdo que los datos preliminares con nuestra percepción general de la economía", aseveró Bernanke.

Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal indicó que hay "una posibilidad razonable" de que el crecimiento de Estados Unidos se fortalezca a mediados de año.

Pese a los comentarios sobre los mercados y la economía, Bernanke dedicó la mayoría de su testimonio al problema presupuestario que él augura para EEUU a largo plazo por el envejecimiento de la población.

En ese sentido, alertó que la economía de Estados Unidos podría verse "debilitada seriamente" si el país no toma acciones "tempranas y significativas" para mejorar su situación fiscal.

En su intervención, Bernanke reiteró las advertencias que ha realizado en los últimos meses sobre las consecuencias del aumento "drástico" que se prevé en los desembolsos públicos por los programas de salud y de pensiones.

"Si no se toman medidas tempranas y significativas, la economía estadounidense podría debilitarse seriamente", aseguró Bernanke. El déficit presupuestario estadounidense sumó los 248.000 millones de dólares en el 2006, tras haber alcanzado un récord en 2004.

En lo que va de año, los resultados públicos han sido mejores que lo registrado el año pasado por estas fechas, gracias a un aumento "sólido" de la recaudación. Bernanke señaló que el déficit presupuestario "podría estabilizarse o moderarse más aún en los próximos años", pero advirtió que esto es sólo "la calma antes de la tormenta".

Actualmente los gastos por pensiones (seguridad social) y los programas de salud para los pobres (Medicaid) y los ancianos (Medicare) ascienden a un 8,5% del Producto Interno Bruto (PIB) y a un 40% del presupuesto federal.

En 2017 habrán subido al 10,75 por ciento del PIB por el envejecimiento de la población y el aumento de los costos de salud, afirmó. Bernanke señaló que si Estados Unidos no aumenta los impuestos, deberá reducir las ayudas a las personas que se benefician de esos programas.

Al mismo tiempo, indicó que incrementar la carga tributaria tendrá efectos "adversos" en la economía.

En todo caso, Bernanke enfatizó que tomar medidas ahora es la única forma de evitar que el país se vea forzado a adoptar "pasos graves y draconianos en 10, 15 ó 20 años".