Clima electoral y cautela en mercados brasileños

Los traders de la bolsa de San Pablo están a la expectativa de los cambios en política económica que introducirá Lula en su segundo mandato

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(EFE)

La reelección del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue recibida con una mezcla de agrado y cautela por los mercados financieros que están a la expectativa de las novedades que introducirá en la economía en su segundo mandato.



El triunfo de Lula en las elecciones del domingo no fue ninguna sorpresa para los mercados, que lo daban por descontado, pero sí lo han sido declaraciones de miembros del gobierno que defienden un giro en la política económica, considerada demasiado monetarista, para estimular el crecimiento.



Nadie espera que en su segundo gobierno, que comenzará el próximo 1 de enero, Lula se salga de la línea económica seguida hasta ahora, pero algunos especialistas se muestran inquietos por declaraciones como las del ministro de Hacienda, Guido Mantega, quien hoy dijo que la política económica puede ser más flexible y con énfasis en el desarrollo.



Una opinión similar expresó el domingo el ministro de Relaciones Institucionales, Tarso Genro, quien vaticinó el fin de "la preocupación neurótica con la inflación, sin pensar en la distribución de renta y el crecimiento".



Para fomentar el crecimiento económico el Banco Central tendría que reducir drásticamente los tipos de interés, que actualmente son del 13,75 por ciento anual, un paso defendido por Mantega y apoyado por los empresarios pero que los mercados toman con pinzas.



"El mercado también quiere intereses menores pero espera que una reducción se haga de forma prudente", dijo a Efe el economista Alex Agostini, de la agencia de clasificación de riesgo Austin Rating, quien considera hay mucha especulación sobre lo que será el segundo gobierno Lula y sobre la posibilidad de cambios en su equipo económico.



Según los analistas, cambios económicos siempre generan algún nerviosismo en los mercados, y eso llevó al índice Bovespa de la bolsa de San Pablo a caer hoy el 1,09 por ciento, hasta los 38.900 puntos, mientras que el dólar subió el 0,60 por ciento y volvió a superar el listón de los 2,150 reales.



"El mercado siempre piensa que donde hay humo hay fuego, y eso fue lo que ocurrió hoy.



Los inversores están un poco a la defensiva pero no llega a ser una preocupación", anotó Agostini.



En su discurso de la victoria Lula afirmó que espera que la economía brasileña crezca en el 2007 el cinco por ciento, contra el 3,5 por ciento previsto para este año por el Banco Central, lo que sería algo positivo para el país pero al mismo tiempo exigiría un cuidado redoblado con la inflación.



"El segundo gobierno de Lula puede estar más orientado hacia el desarrollo pero sin rupturas en la política económica", opinó el director de la correduría de valores Agora Senior, Alvaro Bandeira.



Según Bandeira, la bolsa bajó hoy no tanto por la expectativa con lo que hará Lula entre el 2007 y el 2010, sino por las caídas de los principales mercados asiáticos y europeos, que llegaron a comprometer también el desempeño de Nueva York.



"No creo en cambios. Lula debe mantener las metas de inflación, reducir los gastos y promover las reformas estructurales para que el país crezca más", agregó.



En su discurso Lula afirmó además que mantendrá una "política fiscal dura", un viejo reclamo de los empresarios, agobiados por la pesada carga tributaria, y con ello agradó al mundillo financiero.



"El gobierno necesita asumir una nueva postura en el área fiscal, controlar, racionalizar y hasta cortar gastos, para que el sector público recupere su capacidad de inversión y el privado tenga una menor carga tributaria", expresó el presidente de la Confederación Nacional de Industria (CNI), Armando Monteiro Neto.



Los analistas consideran que hasta que Lula no empiece a dar forma al gabinete de su segundo mandato las especulaciones estarán a la orden del día en las ruedas de negocios.



"Es de esperarse un aumento de la volatilidad en los mercados por cuenta de la incertidumbre que introducirán las discusiones políticas", consignó hoy un informe de Grau Gestión de Activos.