Lula da Silva gobernará Brasil por otros cuatro años

El actual presidente obtuvo la reelección con más del 60 por ciento de los votos en la segunda vuelta electoral contra los 39,20% que sacó Alckmin. "Nunca hubo tanta confianza política con la Argentina", afirmó Lula tras la victoria

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El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha logrado el sueño de la reelección, después de que el 60,80 por ciento de electores le diera ayer nuevamente su confianza para dirigir el destino de Brasil, según resultados oficiales.

El Tribunal Superior Electoral, con más del 99 por ciento de los votos escrutados, informó de que Lula tenía un 60,80 por ciento, contra el 39,20 por ciento del candidato socialdemócrata Geraldo Alckmin, con lo que el presidente de ese organismo, Marco Aurelio Mello, proclamó la victoria del actual mandatario.

El candidato opositor Geraldo Alckmin se comunicó por teléfono con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para reconocer su derrota y felicitarle por su reelección en los comicios de ayer, informaron fuentes políticas.

Portavoces del Partido de los Trabajadores (PT) dijeron a EFE que el líder socialdemócrata llamó a Lula casi una hora después de que el Tribunal Superior Electoral proclamase su victoria, con más del 60 por ciento de los votos.

La información fue confirmada también por fuentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que postuló a Alckmin para la Presidencia. Sin embargo, el líder opositor todavía no se ha pronunciado públicamente sobre su aplastante derrota en la segunda vuelta electoral de ayer, en la que curiosamente perdió un gran número de votos en relación a la primera vuelta del pasado día 1 de octubre.

"El candidato Geraldo Alckmin ya no tiene cómo alcanzar al candidato a la reelección", afirmó Mello. Lula hablaba casi como vencedor por la mañana de ayer, cuando dos horas después de abrir los colegios electorales votó en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde hace más de tres décadas comenzó su vida sindical.

Para el presidente, el resultado supone una satisfacción aún mayor, dada la decepción causada por la primera vuelta de las elecciones, celebrada el 1 de octubre, cuando la reelección se le escapó de las manos.

Un nuevo escándalo en el que están presuntamente implicados políticos que trabajaban en su equipo electoral hizo mella en su campaña, pero el impacto no fue suficiente cómo para hacerle perder las elecciones.

El presidente, que acudió a los comicios con el lema "Lula de nuevo, con la fuerza del pueblo", cree que esta segunda vuelta de las elecciones habrá reforzado la democracia en Brasil. Momentos después de votar, Lula aseguró que va a iniciar negociaciones con "todos los partidos políticos" y "tejer todas las alianzas necesarias" para poder tener "tranquilidad y aprobar todos los grandes proyectos" que Brasil precisa.

Tras asumir que el enfrentamiento es normal en periodos electorales, el mandatario señaló que, ahora que han terminado los comicios, el gobierno y la oposición deben entablar el diálogo. Lula comparó la situación con un "campeonato de fútbol" y dijo que, cuando termina, "comienza otro al día siguiente", sin dejar muy claro qué quería decir con ello.

Con su victoria se abre un periodo de negociación entre Lula y partidos que le dieron apoyo o que tienen peso a nivel regional o en el Congreso, que los analistas pronostican difícil y que prevén excluirá a dirigentes que hayan estado involucrados en escándalos.

Una de las formaciones clave será el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que durante la campaña se dividió entre los dos candidatos. El presidente pasó buena parte de la jornada de hoy en su residencia en San Bernardo, acompañado de su esposa e hijos, hasta su traslado por la tarde al Hotel Intercontinental, en Sao Paulo, donde se espera que de una rueda de prensa esta misma noche. Allí podría aclarar algunos de sus planes inmediatos o futuros, o explicar a dónde apuntarán esas alianzas que espera alcanzar para la formación del gobierno.

Por su parte, Alckmin siguió los resultados en casa de un amigo en el barrio paulista de Morumbi, en la zona rica de Sao Paulo, y se espera que también haga declaraciones ayer por la noche, aunque en su caso, para reconocer la derrota.

Alckmin se mostró esperanzado hasta el final y momentos después de votar apuntó que quien decide la Presidencia no son las encuestas, sino las urnas.

Sin embargo, el resultado que ha obtenido ha confirmado lo que apuntaban las encuestas y curiosamente es inferior al que obtuvo en la primera vuelta, cuando había ocho candidatos.

Casi 126 millones de electores acudieron ayer a las urnas para elegir al nuevo presidente entre Alckmin y Lula quien, con esta victoria, corona toda una vida dedicada a la política. Lula fue tres veces candidato a la Presidencia, la alcanzó al cuarto intento y ahora iniciará un segundo mandato, el 1 de enero.