Más testigos complican la situación de los hermanos Braun Billinghurst

Otro joven asegura haber presenciado el episodio que terminó con la vida de Ariel y dijo que podría reconocer a los dos agresores. Los datos brindados concuerdan con la descripción de Eduardo y Lautaro. Dijo estar dispuesto a declarar si la Justicia lo convoca

Compartir
Compartir articulo

Un joven que estaba en Ferrugem, Brasil, la madrugada que fue atacado a golpes y murió Ariel Malvino dijo ayer que presenció el episodio, que podría reconocer a los dos agresores y que está dispuesto a declarar si la Justicia lo convoca.

El testigo, que fue presentado con el nombre Ezequiel -aunque no es el real- relató en una entrevista radial cómo se desarrolló el episodio que finalizó con la muerte de Malvino el 19 de enero último en el pequeño centro de Ferrugem, una localidad balnearia del sur de Brasil, en el estado de Santa Catarina.

"Estábamos ahí, empezó un tumulto que se nos acercó y nos vamos corriendo, aunque nos lleva (el tumulto) más o menos hasta la mitad de la calle", recordó el testigo.

Según Ezequiel, de repente escuchó a alguien, que luego supo era Malvino, decir que no podía creer que se estuvieran peleando los argentinos en Brasil.

"De repente viene un chico, un pibe de un 1,65 metros más o menos, rubiecito, bien armado físicamente, de pelo teñido, que yo lo había visto en la playa a la tarde. El escuchó lo que dijo (Malvino) y se acerca, toma una carrera de dos o tres metros, y viene uno de atrás medio embalado y le pega una piña, por lo que cae, ni se la esperaba", relató el joven. Estas características coincidirían con el aspecto de Lautaro Braun Billinghurst.

"El pibe cayó, con semejante golpe cae con la cabeza, es muy fuerte el ruido que hace contra el asfalto y ahí viene otro, levanta una piedra marrón, una roca, de arriba de 10 o 15 kilos y se escucha un murmullo de la gente que dice: 'no, no', aunque la levanta y se la tira con fuerza a la altura de las rodillas", detalló Ezequiel.

Según el testigo, la piedra fue arrojada por "un pibe morochito, de pelo negro o mas o menos, castaño, cuando él (por Malvino) ya estaba en el suelo". La fisonomía concuerda con Eduardo, el otro de los hermanos.

El testigo agregó que, automáticamente, cuando le tiran la piedra, retroceden, se van corriendo para el lado de la playa.

Ezequiel aseguró que él "podría reconocer" a los agresores, siempre y cuando no hayan cambiado su fisonomía.

"Por lo menos por el pelo, la cara y el físico yo calculo que los podría reconocer", dijo, ya que recordó que incluso los había visto a la tarde en la playa de Ferrugem.

Ezequiel dijo que la única persona que de inmediato reaccionó para defender a Malvino fue un brasileño que agarró medio ladrillo y se lo tiró unos 10 metros a quienes escapaban. "Le llega a pegar en la espalda al que le tiró la piedra", recordó. "Le da abajo de la nuca y (el que escapaba) se tropieza a recibir el impacto y sigue corriendo", detalló.

"Yo no tengo problema en atestiguar...me gustaría que se solucione esto, que se haga justicia, la verdad es que el pibe tuvo la mala suerte de su vida de encontrarse con una pelea que lo llevo al fin de su vida", expresó.