El día en que Federer fue humano

Andy Roddick dijo que para ganarle al suizo había que pegarle una piña. Pero a Nalbandian le bastó con su juego magistral. El cordobés le cortó varias rachas al número uno y le cerró un camino de records

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La pregunta del millón de los últimos meses era: ¿Quién le puede ganar a Roger Federer? El suizo parecía invencible, arrollador. En condiciones normales, sin lesiones ni problemas físicos de por medio, era muy difícil superarlo. Sin embargo, ayer demostró que también es humano y lo hizo frente a un rival que puso su cuota magistral para derrumbar a un monstruo.

El triunfo de ayer de David Nalbandian toma una magnitud impresionante no sólo por el nivel de torneo que consigue, sino también porque el hombre que tenía enfrente presentaba números que lo hacían enorme.

El cordobés le cortó al suizo la posibilidad de alcanzar algunos records, además de mostrarlo como un rival vencible en una superficie donde el número uno del mundo se mueve como pez en el agua.

Nalbandian terminó con una racha de 36 victorias consecutivas de Federer. La última derrota del hombre de Basilea había sido ante el español Rafael Nadal en las semifinales del último Roland Garros, aquel que el mallorquín le ganó a Mariano Puerta.

Desde ese partido con Nadal, el suizo apiló rivales y juntó títulos en el camino. Se llevó el torneo alemán de Halle y le ganó Wimbledon a Andy Roddick, a quien también derrotó en la final del Masters Series de Cincinatti. Además, se alzó con el Abierto de los Estados Unidos en una final con Andre Agassi y ganó un International Series en Bangkok. Es cierto que con muchos problemas, porque Federer tuvo una lesión en el pie que le impidió presentarse en algunos torneos.

Al frenar al ?expreso suizo?, el tenista de Unquillo impidió que igualara el record de porcentaje de victorias en un año, con 82-3, que es posesión del norteamericano John McEnroe desde 1984.

Federer, además, perdió lo que iba a ser la vigésimo quinta final consecutiva que se metía en el bolsillo. Y ayer tenía la oportunidad de igualar a leyendas como Ivan Lendl o Pete Sampras, vencedores de tres Masters de forma ininterrumpida.

Después de la final de Wimbledon, Roddick había dicho: ?Para ganarle a Federer le tendría que dar un puñetazo?. Esa era la sensación que quedaba entre los rivales del suizo. La misma sensación que ayer logró revertir David Nalbandian, que logró consolar a su rival: "No te hagas problemas, vas a seguir ganando títulos".