Decía ser curandero y atendía disfrazado de indio

La Policía arrestó al sujeto en San Nicolás. "Pepe Ramalla", acusado de estafas, decía tener poderes mágicos para sanar a través de un tónico que comercializaba

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Un hombre de nacionalidad colombiana que decía poseer poderes mágicos y atendía a sus clientes vestido de indio fue detenido anteayer en la ciudad bonaerense de San Nicolás, sospechado de estafa.

El detenido, identificado por la Policía Bonaerense como Auli Jiménez Hurtado, de 30 años, fue arrestado por efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Nicolás en su consultorio de la calle Chacabuco 477 de esa ciudad, donde también se aprehendió a su secretario.

Según las fuentes policiales, Jiménez Hurtado -cuyo seudónimo era "Pepe Ramalla"- decía tener poderes mágicos y se hacía llamar "chamán", palabra con la que se designa a los sanadores.

El hombre -añadió la policía- aseguraba que "poseía poderes curativos que canalizaba a través de un tónico que su secretario se encargaba de vender a los clientes", cuyas propiedades consistían en "brindar un estado de mejoría y solucionar los problemas
personales".

Además, se indicó, el "pai" repartía tarjetas en las que se identificaba como "secretista y curandero indio".

Durante el allanamiento el personal policial secuestró botellas con alcohol y colorantes, bolsas con tiosulfato de sodio, bolas de diferentes tamaños y colores, esencias, imágenes religiosas, guantes de látex, casi 200 fotos de diferentes personas, velas, papel de aluminio con los que fabricaba cascos para que no penetre la
'mala onda', herraduras y sal inglesa, entre otros elementos, explicó la Policía Bonaerense.

Además, en el consultorio había 17 ocasionales pacientes, algunos de los cuales confesaron haber requerido los servicios en distintas oportunidades.

De acuerdo con la información policial, el supuesto "chamán" -que, según se explicó, está sospechado de estafa- tenía una tarifa diferenciada de acuerdo al poder adquisitivo de los pacientes.

"Pepe Ramalla" saltó a la fama a través de un ciclo que conducía en un canal de cable de Rosario, algunas de cuyas imágenes fueron difundidas y pariodadas un programa de televisión.

Según se sospecha, el detenido no sólo trabajaba en distintas regiones del país sino que también poseería contactos en Uruguay y Paraguay.