Embarazada alquiló lugar en su panza para una publicidad

Una mujer neocelandesa lucirá un anuncio publicitario en su embarazo de siete meses, luego de subastar su vientre en Internet, donde recibió numerosas ofertas

Compartir
Compartir articulo
  162
162

La neozelandesa Julz Thomson sí que es una mujer emprendedora. Cansada  por la cantidad de gente que la detenía en la calle para preguntarle cuándo nacería el bebé que llevaba en el vientre, decidió sacar provecho de la situación. Entonces su pareja, Gerrard Simmons, le sugirió que subastara en internet su abdomen como si fuera un espacio publicitario, según contó el diario ?New Zealand Herald? (NZH).

La mujer tenía cerca de siete meses de embarazo cuando puso en un sitio de subasta en la red una foto suya sujetando un cartel que tenía escrito ?Logo?, aludiendo a un aviso publicitario. Y le dijo a los potenciales interesados: ?su marca o aviso será colocado en una polera que usted proveerá y que yo usaré las 24 horas de los siete días de la semana en mi barriga, hasta que el bebé nazca el 18 de marzo?.

Sorpresa o no, as ofertas cayeron en cantida. Apareció un motel que quiso quedarse con la barriga publicitaria. Su eslogan era este: ?Quedé así en el motel de OL Alfie?, pero no ganó.

El que se llevó la panza publicitaria fue Lawrence Rauketi, dueño de una empresa de correo y reparto internacional. ?Lo que pagué fue muy poco para una publicidad diaria hasta mediados de marzo?, dijo el feliz postor.

El aviso que Julz lucirá en la polera reza: ?The mailman always delivers? (El cartero siempre entrega).

En el sitio de subastas también se podían hacer comentarios. Julz relató que recibió muchas felicitaciones, aunque a otras mujeres no les pareció nada de correcto su embarazoso negocio.

Según el ?NZH?, Julz no se arredró ante las críticas y decidió aplicar su novedosa capacidad empresarial para forjar un negocio: el de las mujeres embarazadas que lucen avisos publicitarios.

El diario británico ?The Independent? aportó a esta historia el caso de otro negocio, aunque este era casi perverso. En Perth, Australia, una pareja puso a la venta en el sitio de subastas eBay los derechos sobre el nombre y la publicidad de su hija que aún no ha nacido. Es decir, el mejor postor podría poner el nombre comercial que quiera a su hija. Y podrá usarla para promociones y marketing desde que vea la luz de este mundo infame hasta que cumpla los cinco años. Por suerte el planeta todavía no está completamente podrido, la subasta fracasó a comienzos de febrero.