Clásico rosarino: la fiesta que se parece a una guerra

Luego de la muerte de un hincha de Newell´s, que enfrentará a ambos clubes rosarinos tendrá controles callejeros desde esta misma noche

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Tres cacheos servirán para que los hinchas de Newell´s y Central empiecen a vivir en carne propia el clásico rosarino que viene acompañado por la muerte de un hincha del último campeón, ocurrida el jueves, durante un banderazo organizado por los mismos simpatizantes.

El trabajo será coordinado por la Unidad Regional II, el jefe de Operaciones Jorge Haro y el jefe de Orden Público y encargado principal del operativo Ricardo Ruiz. Brigadas de explosivos y de perros controlarán el escenario del encuentro.

Durante la semana se pidió a los hinchas de Newell´s no den la vuelta olímpica antes del partido, algo que pensaban hacer porque se trataba del primer encuentro que iban a jugar de locales luego de haber obtenido el título en el Apertura pasado.

También se iban a hacer otros festejos, los cuales fueron suspendidos a raíz de la muerte del hincha, según informa el diario La Capital, de la ciudad de Rosario.

Los controles serán tan estrictos que esta misma noche la policía comenzará a controlar las zonas estratégicas a bordo de sus patrullas.

El asesinato

Las autoridades policiales, según cuenta el mismo diario rosarino, están convencidas de que el crimen nada tuvo que ver con una interna en el seno de la barra brava de Newell´s sino con un hecho alejado del fútbol. Para ellos, la tribuna popular de la cancha de Parque de la Independencia sólo fue el escenario.

Otra hipótesis que se maneja es que el crimen de Gonzalo Ferrero ?quien recibió un disparo en el corazón- fue cometido por razones pasionales. Al respecto se dio a conocer que la víctima, de 21 años, mantendría una relación sentimental con un preso vinculado a la barrabrava quien ?por motivos desconocidos- le habría jurado venganza, lo que se podría haber concretado en este hecho.

La familia de Ferrero negó esta versión que la Policía no confirmó. ?Gordo? o ?Tortuga? sería el apodo de quien se cree efectuó el disparo fatal.

Ferraro formaba parte de la hinchada de Newell´s desde hacía tres años, e inclusive había viajado hasta Avellaneda a fines del año pasado para participar de los festejos por el títutlo, ante Independiente.

Norma Narváez, la mamá del joven asesinado, negó que se tratara de una venganza y aseguró que la bala no estaba dirigida a su hijo. También fue terminante al afirmar que Gonzalo nada tenía que ver con la barra brava de Newell´s.

Pero fue ella quien aseguró que su hijo había dejado atrás un pasado vinculado a hechos delictivos, tras lo cual comenzó a seguir a Newell´s.

En 2001, a los 16 años, Ferraro habría participado de un asalto a un restaurante céntrico en la ciudad de Rosario en el que murió de un balazo un gendarme que custodiaba el lugar.

El hecho le valió un año de detención en un instituto de menores. Cuando salió, comenzó a trabajar como estibador en el puerto y desde entonces, siempre según el testimonio de su progenitora, nunca más volvió a protagonizar hechos delictivos.

El ataúd con su cuerpo, que fue inhumado en la tarde de ayer, quedó envuelto en una bandera de Newell´s.