Energía que cura

La técnica de origen japonés está de moda en todo el mundo. Los maestros que la practican se transforman en canales de energía y a través de la imposición de manos la depositan en quienes la necesitan. Sepa de dónde viene y para qué sirve el sistema

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Si la cura a varias de sus dolencias consistiera en tomar un poco de energía del universo e incorporarla a su cuerpo, ¿estaría tan dispuesto a someterse a ese tratamiento como lo hace con los que le prescribe su médico de cabecera?

Si la respuesta es sí, esta nota le va a interesar, pues va a descubrir el sistema a través del cual lograr su bienestar físico y psíquico a través de la energía positiva que circula en nuestra vida cotidiana.

Esta ?medicina? se llama ReiKi o Sistema Usui de Sanación Natural y su técnica fue descubierta por el maestro japonés Mikao Usui.

En un español literal, ReiKi podría ser traducido como energía vital universal, aunque en su japonés original, el vocablo tiene además el concepto de algo sagrado e inteligente.

Los yogis lo nombrarían en Sánskrito como Prana, la suma de todas las fuerzas del Universo, y en la China se referirían a esta energía como Chi.

El Sistema Usui de sanación natural utiliza esa energía, convirtiendo al practicante en un canal entre su fuente original y quien la recibe. Los maestros no utilizan la palabra paciente para definir a las personas a quienes le dan la energía, ya que también la aplican a sí mismos, a sus familiares y amigos, estén sanos o enfermos, y a quienes necesitan una ayuda para recuperar el bienestar en los tres planos: físico, mental y espiritual.

Según los Maestros de la Reiki Alliance, en el plano físico, Reiki relaja los músculos tensionados, disminuye el dolor, y puede acelerar el tiempo de sanación de heridas, fracturas, quemaduras y muchas enfermedades.

En el plano mental y afectivo calma la ansiedad, estabiliza y hace fluir las energías del cuerpo, posibilitando un equilibrio energético que activa la capacidad natural del cuerpo para recuperar la salud.

Es quizá en el plano espiritual donde los beneficios son más difíciles de describir, aunque de acuerdo a los testimonios de quienes los han percibido, no son menos reales ni importantes. Como toda técnica de base oriental, el ser humano es considerado una unidad de estos tres planos, y la salud como un equilibrio holístico.

La técnica

Entre las numerosas técnicas de sanación que actúan usando la energía vital, Reiki es quizá la más simple, adaptándose a practicantes de todas las edades y niveles de formación.

Su sencillez no requiere de una formación previa para ser practicante. Un seminario que dura habitualmente tres días, durante el cual un maestro inicia a los participantes en una serie de sencillas ceremonias y una técnica de imposición de manos, es suficiente para haber alcanzado el Primer Nivel.

Otras iniciaciones, que pueden hacerse luego de la práctica de la técnica, habilitan para el Segundo Nivel y la Maestría. Muchos miran a este método con desconfianza precisamente por su falta de complicación y su virtual desinterés por explicar científicamente los resultados que alcanza.

Pero a la vez, miles de personas que han experimentado el bienestar que puede proporcionar Reiki dan testimonio de la efectividad del método, que actúa tanto en el practicante como en el receptor.

Experiencia

El practicante o canal actúa como un nexo entre la fuente original de esa energía y quien la recibe. Reiki ingresa en el practicante por el chakra corona y fluye a través de los sutiles canales del cuerpo para pasar al receptor a través de las palmas de las manos.

Normalmente una sesión se extiende por alrededor de 60/90 minutos. Se nos pedirá que nos recostemos cómodamente sobre una camilla o una manta en el suelo, vestidos con ropas cómodas que no presenten estrecheces ni presiones.

En una primera etapa el practicante tratará nuestra cabeza, rostro, pecho, abdomen, deslizando sus manos y demorándolas en cada sitio a fin de que la energía vital pueda fluir hacia donde más la necesitemos.

Recordemos que uno de los atributos de Reiki es ser naturalmente inteligente, lo cual asegura que irá a restablecer el normal flujo de energía en la medida o dosis necesaria.

Luego nos indicará recostarnos boca abajo para tratar la zona posterior del cuerpo, haciendo especial hincapié en la columna vertebral.

Reiki no es un masaje, en el sentido habitual de la palabra. No usa presiones, maniobras bruscas, ni tirones. La sesión es absolutamente confortable y durante ella muchas personas pueden incluso llegar a conciliar el sueño.

Fuente: LatinSalud